Soy árbol porque callo y escucho, porque espero firme y pleno a merced del viento enterrado en la tierra germinal. Desde mis raíces me muevo lento y sosegado, distante en mi geometría inabarcable, cercano en el cobijo y la sombra. Soy árbol porque espero el sol y la lluvia, la niebla del otoño y que unas manos frias me desnuden. Soy árbol porque duermo noches e inviernos inviernos soñando tocar el cielo.